Campiñas
****Probando uno, dos, tres.... probando, no sé si lo recuerdo a la perfección, pero aun llevo en mis más íntimos secretos aquel día en que nos conocimos por primera vez, tu imagen llena de madurez, seriedad y ese toque de inocencia salpicado de ternura, ese aire de inconfundible masculinidad que en un instante lleno cada uno de los poros que sostienen mi cuerpo, que en cuestión de mili segundos se inundaron de tu imagen, cada uno tembló con un nerviosismo latente que lo llevaba a la excitación placentera que a su vez sedujeron a mi imaginación, la cuál me llevaba a sentir tus manos recorriendo mi cuerpo desnudo, en un subir y bajar de cada curva, intensificando esa sensación en cada espacio, en cada rincón, complementando el recorrido con pasionales besos en cada mili metro de esos poros que respondían ahora ante tu imagen. Estas sensaciones. en conjunto agudizaba la recepción del mensaje erótico que me has enviado sin siquiera tocarme, mi cuerpo ya había experimentado, la pasión de tus besos, de tus manos, mi cuerpo embriagado de esa imagen que me invitaba a perderme, que me incitaba a a viajar en mas mundano abismo de las bajas pasiones. Tenía una necesidad y llevaba tu nombre, aún cuando ni siquiera me miraste, debía y quería complacer ese deseo nacido en mis ojos, te buscaré, ese fue el susurro de mi cabeza, te buscaré, te buscaré, te buscaré.......
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